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lunes, 12 de diciembre de 2016

Nunca pactes una cita con un poeta
Se nos suele volar el tiempo
Nos solemos perder entre páginas de libros
O en algún verso que nos ronda la cabeza
Gritando que quiere salir
O en una melodía que nos lleva a un recuerdo lejano
O en el vuelo de algún ave
Si no estás dispuesta a esperar más de lo acordado
O tal vez quedar sola esperando en algún café
Y que al día siguiente llegue como si nada a enredarte de nuevo con algún flojo y trillado verso de amor.
Nunca pactes una cita con un poeta.
(menos conmigo que suelo perder mi tiempo escribiendo)
Que soledad se siente
Cuando escribo mis versos
Cuando pienso en ti
Y mis manos te buscan en medio de la oscuridad
Cuando se me encoge el alma por culpa de los recuerdos
Que soledad se siente
Cuando me faltan las palabras
Cuando me duele el hígado al tratar de olvidar todo
Cuando me observo al espejo y el insomnio escupe mis ojeras de muerte
Que soledad se siente
Cuando las sabanas no calientan
Cuando el frío entumece los músculos
Y quebranta los huesos
Cuando el alma parece haber desaparecido de mi cuerpo
Que soledad se siente
Cuando tú rostro se desvanece con el tiempo
Cuando mis ojos se nublan de tanto llorar a mis adentros
Cuando el cigarrillo me da su aliento
Que soledad se siente
Que terrible soledad se siente
Cuando no queda
Familia
Amigos
Amor
Verdaderamente terrible
Cuando digo que estos serán mis últimos versos

Ahora Que las falsas bendiciones se agotan
Que los discursos flojos caen
Ahora que el sentimiento de culpa no deja dormir
Que el temor los hace gritar
Que el tirano tiembla incluso en el desierto
Ahora que se cae el escenario
Los titiriteros muestran sus rostros
Y el público finge sorpresa
Suponiendo que no sabían nada
Ahora que las lágrimas
Son más falsas que en un reality show
Que el jurado son las mismas víctimas
Ahora que se acerca el inicio del fin
Que el fin del inicio ha llegado
No estoy feliz ni sorprendido
Ahora no siento nada
No encuentro ni sátira ni metáfora que logre explicar esto
Ahora que disfrutas de la brisa y el mar
Yo me incluyo en la selva de las voces
Empuño mi mano izquierda y abro la derecha
A veces se llora
A veces se odia
A veces a veces no queda nada
A veces sólo queda perdonar
Ahora
Ahora
Es hora de alistar maletas y partir.